Hasta qué punto puede llegar esto de
Internet, es algo que te hace sentir, ilusionarte, compartir… todo comienza con
la llegada al sitio, empiezas a leer al principio a aquellos nicks que te
llaman la atención, pues, normalmente, se elige ese nombre por algo (el mío, en
concreto se debe a la unión de mi nombre con la de mi vehículo).
A medida que vas leyendo a determinadas
personas y observas que tienen y comparten inquietudes en común a tu forma de
ver y sentir la Vida …
sin darte cuenta nace en ti la curiosidad de leer todo aquello que escribe esta
persona en blogs, salas de chat o foros...
En mi caso, después de leerle durante algún tiempo,
nace la necesidad de hacérselo saber a través de algún comentario sobre su forma
de expresarse, afinidades o aficiones y, día tras día, intercambias frases y
pensamientos que te gusta compartir y te sientes satisfecho por ello y, con el
paso del tiempo, te das cuenta que esto
traspasa la barrera del ciberespacio, pues durante el día recuerdas con gratitud a aquellas personas que durante la tarde-noche anterior te
hicieron sentir bien e incluso de aquellas que te hicieron enojarte… Curiosamente, en mi
caso particular, cuando algo me hizo sentir mal: al recordarlo, en frío, incluso brota la alegría
al pensar hasta qué punto se puede llegar sin ni siquiera saber con quién se está
hablando.
En estos medios encuentras todo tipo de personas,
unas que creen fielmente en la amistad, el amor… e incluso alguna de ellas se
atreven a asegurar que lo que aquí sucede, al ser virtual, es algo irreal: todo es aceptable, pues las cosas no tienen mayor importancia que las que uno
les quiere dar.
En mi
opinión, creo que Internet además de ser una eficaz herramienta, es otra forma de
hacer amigos, que no vemos ni tocamos físicamente pero que están ahí y, por
supuesto que son reales, y para mi es una gran satisfacción poder contar con
ellos.
También entiendo que la amistad de la misma
forma que surge puede desaparecer; pero eso si, podremos recordarlo como algo vivido
satisfactoriamente.
Nota:
Con este escrito no trato de convencer a
nadie de nada, cada cual es muy libre de elegir su forma de vivir, sencillamente
surge de la necesidad que tengo de agradecer a estas personas que, día tras día, me hacen pensar y sentir que la Vida es algo que merece la pena,
ya que:
«En el fondo son las relaciones con
las personas lo que da sentido a la vida».
Karl Wilhelm Von Humboldt
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