Hay circunstancias que a simple
vista pueden carecer de lógica, sin embargo, si nos detenemos tratando de
encontrar alguna razón puede que incluso hallemos una respuesta y puede que sin
que esta sea del todo cierta al menos podamos hacernos una idea.
Esta mañana, 7 de mayo
de 2013, en Miranda de Ebro, cuando he salido a pasear con
mi mascota y a recoger el pan, cosa que vengo haciendo habitualmente desde que
estoy sin empleo, me he quedado sorprendido por un hecho ocurrido en el día de
ayer y a escasos metros de mi domicilio.
Un testigo presencial,
me ha contado que: «estando en su casa, observé que, a través de la
ventana, algo voluminoso caía seguido de un estruendoso ¡Plaf! Motivo por el que, impulsado por la curiosidad, me asomé a la
ventana… No podía dar crédito a lo que en un principio vieron mis ojos: el
vecino de arriba, un chaval de 18 años, estaba en el patio interior del
edificio, sobre un gran charco de sangre» —estas han sido sus palabras y mi
curiosidad ha podido más que mi voluntad y me he atrevido a preguntarle si éste
sabía cuál podría haber sido la causa de tan errónea y dramática decisión: «Qué
yo sepa, es un chaval que ha estado enfermo muchas veces» —ha sido su
respuesta—: «Sí, podría ser, aunque no creo que eso sea una cosa lógica» —le he
respondido y la verdad es que: ante situaciones como las que estoy
presenciando, no puedo quedarme en silencio. Hay claras evidencias que nos
demuestran, cada día, que algo estamos haciendo mal los seres humanos y lo que
aún es más lamentable es que, siendo conscientes de todo ello, no hagamos nada
por remediarlo y, así mismo, considero que ha llegado la hora de quitarnos la
venda de los ojos y luchemos porque esto cambie de una vez: el beneficio
recaerá en todos y cada uno de nosotros y, deciros también, que nada de
lo aquí expresado es ficción: la cruda realidad, nos guste o no, supera a esta
con creces…
Dejémonos de comportar
como verdaderos Hipócritas y hagamos algo por la humanidad ¡Qué ya va siendo
hora!...
© ®Francisco Izquierdo Herrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario