Escrito en junio de 2013
En frente de mi casa hay un
supermercado al cual acuden varias personas a pedir, últimamente suelen ir: un
señor español de unos 80 años y una mujer creo que rumana de unos 45, entre
ellos parece que se llevan bien y no
pelean ver quién se queda en el puesto para pedir.
Sé que el hombre
en cuestión no necesita el dinero para
nada ya que él está recogido en una residencia pública que existe en la ciudad
y con anterioridad estuvo en la privada sin pagar nada esto lo sé de buena tinta ya que mi esposa
estuvo trabajando algún tiempo en la privada.
Normalmente les
suelo dar unos céntimos cada vez que acudo al centro comercial y ellos además de agradecerlo, digamos que
tenemos una especie de amistad; ayer estaba
solo el señor y me acerqué a él:
-Hola amigo buenos
días, ¿Qué tal va la cosa?
-¡Bueno! , aquí
estamos...
-La compañera ¿hoy
no está?
-¡Bahh!, si no viene mejor.
-¿Cómo así, no os
lleváis bien? o lo dices por la competencia, majo.
No, por la
competencia no, si dan algo dan a los
dos y cuando no hay nada también es para los dos.
-Bueno, pero yo sé
que usted no necesita estar aquí pidiendo y que está en la residencia , a ver a
mi no me importa si necesita el dinero o no , lo digo porque hay días que hace
mucho frío y usted ya es mayor y creo que no es necesario que esté aquí en esas
condiciones.
-Yo, no vengo por
el dinero sino a entretenerme.
-Pero no estaría
mejor por la ciudad paseando o cerca de la residencia, se lo digo porque veo
que usted ayuda a la gente a llevar las
compras hasta el coche y carga usted con pesos que no le convienen para la
salud.
-¡Ya, pero yo me entretengo y soy feliz aquí!
También me he dado
cuenta que muchas veces la gente después
de haber metido la compra en el coche y se marchan sin decirte ni adiós; esto
se lo digo para que no haga usted el tonto.
-¡No te
preocupes!, como mucho serán dos veces, si no dan nada, cuando vuelven a comprar otro día hago como que no les he
visto.
-Amigo
sigo pensando que estaría usted mejor cerca de la residencia y no entiendo que
esto le pueda dar felicidad, tantas horas aquí pasando frío o calor.
Para mi es bien
sencillo, mientras estoy aquí me
entretengo y soy feliz, si no me dan dinero tampoco me enfado ya que aquí estoy
para pasar el tiempo entretenido ¿Qué quieres que me quede allí en la
residencia esperando a que llegue la muerte a por mí como hacen otros?
-Nada amigo si usted
es feliz aquí, a mí también me hace feliz saber con el fin que lo hace. ¡Venga!
, que tenga usted suerte y le vea muchos años por aquí.
© ®Francisco Izquierdo Herrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario