Durante el día, de la sombra y el pensamiento soy consciente de todos y
cada uno de sus movimientos, aunque a decir verdad no les controlo. La sombra: unas veces camina
delante, otras detrás; hay veces que esta se sitúa a la derecha y otras en
cambio a la izquierda.
El pensamiento por el contrario, suele actuar a su libra albedrío,
aunque sobre éste mantengo cierto
control, pero hay veces que me dejo llevar hasta donde él quiere, y la verdad
es que me produce grandes satisfacciones; él actúa libremente y me puede situar
cronológicamente: en el pasado, el presente
o incluso en el futuro.
Hay muchas veces que me cuesta controlarlo, y me trae verdaderos
quebraderos de cabeza, sobre todo, cuando se empeña en centrarse
en alguna cosa desagradable o que sencillamente, ésta no es aceptada por
mi cabeza.
El sueño, lo tengo controlado y si mi libertad lo permite, lo suelo dividir en dos veces al
día, una después de comer, o sea , echarme una siesta, de una hora como mucho y
la otra es cuando al terminar el día decido irme a dormir, este periodo es más
largo y suele estar entre siete u ocho horas.
Es durante este periodo (cuando estoy durmiendo), la sombra trata de
convencer al pensamiento a través del
sueño, casi (siempre lo consigue), y es entonces cuando se apartan de mí y se van por ahí, a su libra
albedrío. Todo lo que estos visitan o viven, tengo constancia a través de los
sueños, éstos se encargan de hacerme saber las juergas y salidas de la sombra y el pensamiento.
Por las mañanas, cuando me levanto y vuelvo a sentir el pensamiento, hay
veces que este me confunde, hasta tal punto de hacerme recordar cosas que
incluso yo mismo, no sé distinguir si en
realidad se trata de un sueño o de algo
vivido por mí con anterioridad o que
haré en el futuro.
Estas cosas me ocurren
incluso de día y estando bien despierto, soy consciente y por ello hay veces que llego a pensar que
la vida que creemos vivir, tal vez
podría consistir en eso un simple sueño y vete a saber el estado real de ese ser que percibe todas esas cosas.
«Posiblemente el ser humano en
sí, no sea más que el reflejo de algún ser con capacidad de pensar». Pongo como
ejemplo: Las células del organismo, estas son capaces de actuar por sí mismas, sin necesidad de haber
pasado por la universidad; De estas las más especializadas son las neuronas y
puestos a imaginar ¿Quién nos puede
asegurar que la vida que creemos vivir? No es más que el recuerdo almacenado en
una neurona de un ser que padece Alzheimer.
En fin, la vida puede ser tantas
cosas, que quizás sea mejor, tratar de
vivirla aun sin llegar a comprenderla. Esto es una opinión personal respecto a
lo que conocemos como vida.
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